Todavía nos acordamos cuando hace años nos pedíamos un Gin-Tonic y nos ponían un vaso de tubo con tres hielos, media rodaja de limón, escogíamos entre una ginebra Larios o una Giró o incluso, en la mejor de las ocasiones, una Bombay y nos ponían una tónica Schweppes que no entraba entera en el vaso. Desde aquella época hasta ahora el mundo del Gin-Tonic ha evolucionado y cambiado drásticamente.
Los dos factores más relevantes en la evolución de este combinado en España han sido la aparición de multitud de marcas de ginebra de mayor calidad tanto nacionales como extranjeras y la aparición en 2006 de Fever-Tree, una nueva tónica, que supuso una revolución en la preparación del Gin-Tonic. Se empezó a utilizar la copa de balón, donde se podía poner más cantidad de hielo.
Con la entrada de la ginebra Hendrick’s en las coctelerías se inició el ritual de colocar pepino en la combinación; este simple añadido ha creado una inmensa carta de botánicos y frutas para añadirlos al Gin-Tonic. A partir de aquí este combinado comenzó su camino de sofisticación que perdura actualmente.
El crecimiento en variedad de ginebras nacionales y extranjeras, de tónicas de distintas características y sabores, de aditamentos de todo tipo y del ritual de preparación del Gin-Tonic perfecto ha llegado a niveles estratosféricos.
El ritual de preparación del Gin-Tonic perfecto, según una multitud de libros publicados sobre ello, consta de varios pasos primordiales:
- Enfriar la copa de balón con mucho hielo, ayudándose de una “cucharilla
imperial”, que es un artilugio que queda muy bien. - Medir mediante un “jigger”, que es un vasito metálico muy chulo, la
cantidad de ginebra a verter sobre el hielo. Este medidor sirve para tener
una relación de 1/5 parte de ginebra y 4/5 partes de tónica. - Elegir el botánico que más se adecue a nuestra ginebra de elección, sin
llegar a convertir a nuestro gin-tonic en una auténtica ensalada,
circunstancia que actualmente abunda mucho por nuestros bares y
restaurantes. - Verter la tónica. ¡Pero con mucho cuidado! Aquí tenemos una de las grandes controversias que han aparecido en España con la preparación del Gin-Tonic. Como mencioné anteriormente la aparición de un competidor a la tónica de siempre, abrió el debate del tamaño de la burbuja de la tónica:
burbuja fina vs burbuja gruesa. Y también la forma de introducir la tónica
en la copa de balón para no perjudicar la característica de la burbuja. Según un estudio realizado, dejar caer la tónica por el mango de la “cucharilla imperial” es muy bonito, pero no sirve para nada.
Actualmente existe un gran desarrollo en la aparición de nuevas marcas de
ginebra. Desde las más comerciales hasta los pequeños destiladores que realizan tiradas muy artesanales de ginebras de muy alta calidad, con producciones de unas 200 botellas numeradas en cada destilación.
Esta gran variedad de ginebras se basa en el número de destilaciones, proceso por el cual se refina mucho el producto y también en la utilización de botánicos que le dan el aroma característico a cada una de ellas. Aunque el botánico esencial y primordial es la baya de enebro, los destiladores añaden otros ingredientes (hasta 10 distintos) para crear “su fórmula” única e irrepetible que les conferirá ese sabor tan especial que andas buscando.
La variedad de botánicos que se usan durante el proceso de destilación es enorme y se buscan nuevos elementos aromatizantes para adaptarse a la demanda del paladar más exquisito: pétalos de rosa, canela, anís, cardamomo, pimienta rosa, flor de azahar o cítricos exóticos como kumquatt, Mano de Buda, cidra o yuzú, incluso algas de mar.
Con ello los destiladores buscan la esencia del lugar de destilación, confiriendo a su ginebra con los apelativos de ginebra atlántica, mediterránea, volcánica e infinidad más. O incluso crear una variedad específica de ginebra aromatizada con fresas destinada específicamente al público femenino.
Existen en la actualidad más de 300 ginebras distintas destiladas y embotelladas en España. Desde pequeños destiladores que todavía trabajan artesanalmente, recogiendo a mano ellos mismos los botánicos a infusionar para crear un producto de altísima calidad, hasta las grandes destiladoras con enormes procesos industriales y enormes sistemas de distribución y comercialización. Todos ellos buscando su espacio en las estanterías de nuestro bares, coctelerías y restaurantes en competencia directa con todas las ginebras americanas, francesas, inglesas, alemanas y de otros países que también se comercializan en nuestro país.